La producción de combustible a partir del hidrógeno es una de las alternativas más entusiastas en cuanto a producción de energía para coches; sin embargo, las formas de producción podrían resultar costosas y contaminantes.
Recientemente los investigadores de la Universidad de Stanford han dado con una forma novedosa para la combustión de hidrógeno a partir del agua de mar. Veamos cómo incide esta investigación en el futuro del combustible de hidrógeno para coches.
Combustible sostenible: hidrógeno mediante agua de mar
La relación entre el transporte y el hidrógeno es más antigua de lo conocido por muchos. Para dar combustión al primer motor se necesitó la energía producida por el hidrógeno; también los viajes espaciales han sido posibles gracias a la quema de este gas.
El combustible de hidrógeno constituye la innovación más prometedora en materia de producción de energía. Su éxito en la revolución en los coches se debe al novedoso mecanismo de energía motriz, a partir del hidrógeno extraído del agua de mar.
Aunque producir hidrógeno como combustible es un mecanismo de interés para científicos en todo el mundo, es un proceso que debe resultar asequible en precio y garantía ambiental. Por esta razón, los avances de los investigadores de Stanford constituyen un paso certero en el desarrollo de la energía a partir del hidrógeno, dado que no se requiere de agua purificada, y la separación del oxígeno y del hidrógeno del agua salada es realmente muy sencilla.
A partir de la electrólisis es posible obtener el hidrógeno del agua de mar. Aunque conseguir este gas es sencillo, ya que representa el 75% de la masa total no solo de la tierra sino del Universo, su extracción del agua de mar garantiza ventajas económicas y ambientales.
Por una parte, el agua salada es mucho más abundante que la dulce, así como la separación del oxígeno del hidrógeno no requiere altos costos de energía eléctrica. Por su rentabilidad, el hidrógeno es utilizado en procesos químicos de diversas ramas, como en la fabricación de fertilizantes o en la petroquímica.
Con la separación del oxígeno del hidrógeno es posible generar combustible suficiente para muchas generaciones. Al estar nuestro planeta repleto de agua de mar se garantiza que el hidrógeno no se agote fácilmente; además, se requiere menor electricidad en el proceso de almacenamiento y transporte de este elemento.
Tecnología ya utilizada por las compañías automotrices
El uso de hidrógeno como fuente de energía no es un asunto novedoso. Los grandes líderes automotrices, como Toyota, ya emplean este método para dar energía a carretillas elevadoras cuya carga energética son baterías de hidrógeno. La casa japonesa no solo está apostando a la energía híbrida, sino que también invierte en el uso del hidrógeno como fuente principal de combustible.
Si te preguntas de dónde proviene el hidrógeno utilizado, la respuesta es el uso de parques eólicos y del agua del mar.
En la ciudad de Tahara, donde se encuentra una de las plantas más importantes de Toyota en Japón, se realiza la extracción del hidrógeno producido por el agua de la bahía Mikawa. El proceso permite la actividad de carretillas elevadoras que reciben la energía mediante cilindros de almacenamiento, impulsándolas por al menos 48 horas.
Con las novedades que esto representa, la construcción de baterías de hidrógeno se hace cada vez más necesaria para el desarrollo del combustible que permitirá una verdadera revolución en los coches.
¿Es posible que pronto esté disponible este nuevo método de combustible para coches?
Los avances sobre el combustible de hidrógeno a partir del agua de mar son prometedores; sin embargo, aún queda mucho por hacer. Como sabemos, para separar el hidrógeno del oxígeno solo se necesita hacer uso de la electrólisis, pero el cloruro que se encuentra en la sal de agua marina es corrosivo para los electrodos, lo que limita la utilidad del sistema.
Para evitar esta corrosión, los investigadores hallaron un método prometedor: cubrir el ánodo con capas de cargas negativas para repeler la acción del cloruro. Sin este proceso, la vida útil del sistema solo sería de 12 horas; no obstante, una vez hecho el proceso antes descrito se tiene una garantía de más de mil horas de utilidad.
El combustible de hidrógeno a partir del agua salada no solo parece viable para la industria de coches; también es posible que afecte de manera positiva a la producción de oxígeno apto para la respiración humana.
Esta es una tecnología que buzos y submarinos pudiesen incorporar para ampliar el tiempo debajo del agua, utilizando las ventajas del hidrógeno en la producción de O2. Solo los nuevos avances y la reducción de los riesgos ambientales, así como los costos de producción, darán respuesta a la factibilidad del desarrollo de esta forma de energía.
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